Reapertura del acceso principal desde la Avenue de Paris

Tras cuatro meses de obras, los accesos norte y la entrada principal del château de Vincennes ya están abiertos al público.

16 de diciembre de 2025

Presentación

El château de Vincennes es el monumento más visitado del Val-de-Marne, con 145.000 visitantes. En 2024, dos grandes acontecimientos organizados por la ciudad de Vincennes, en colaboración con el Centre des monuments nationaux y el Service historique de la Défense, han reafirmado el potencial turístico y cultural del monumento: el Club de los Juegos Olímpicos de 2024 y el Château de lumières.

Con el objetivo de reforzar el atractivo patrimonial y cultural de este enclave excepcional, se han invertido más de 40 millones de euros en las distintas operaciones de restauración de los alrededores. Estas actuaciones incluyeron la reorganización de los recorridos peatonales, haciéndolos accesibles para personas con movilidad reducida y carritos de bebé, la replantación de 45 árboles, así como la mejora de la calidad y permeabilidad de los suelos.

El proyecto, llevado a cabo por la OPPIC en nombre del Ministerio de las Fuerzas Armadas y cuya dirección de obra fue confiada a Christophe Baltard, arquitecto jefe de Monumentos Históricos, comenzó con la replantación de árboles. En total, se plantaron 45 nuevos ejemplares, lo que supone un saldo positivo de 27 árboles. Dieciocho no pudieron conservarse, ya fuera por estar enfermos o porque el desarrollo de sus raíces amenazaba los muros de contraescarpa o las redes subterráneas.

Las nuevas especies plantadas (9 robles húngaros y 36 ciruelos de Damasco) fueron elegidas por su buena adaptación al cambio climático. La mejora de la calidad y permeabilidad del suelo garantizará una mayor longevidad de los árboles. El proyecto también permite un mejor aporte de sombra, hasta ahora insuficiente y mal distribuido. Los glacis, obras defensivas de terraplén de grava que datan del siglo XIX, fueron rebajados para ofrecer una mejor visibilidad del castillo. Los caminos, poco practicables para los paseantes e inaccesibles para personas con movilidad reducida y carritos de bebé, fueron rediseñados para corregir los errores cometidos en la década de 1930 con la llegada del metro. Dos intervenciones que respetan la historia del castillo y, al mismo tiempo, responden a los usos contemporáneos de 2025.